Descripción:
En el verano de 1940, las tinieblas descendían sobre Europa. La Unión
Soviética había formado una traicionera alianza con la Alemania nazi,
Noruega estaba prácticamente ocupada y Francia pronto sería invadida
por los alemanes. En julio, solo quedaba Gran Bretaña como última
defensa contra una Europa sometida al brutal abrazo de la esvástica.
Pero Gran Bretaña ya no era el imperio invencible que había subyugado a
más de una quinta parte de la masa terrestre a lo largo de los 400 años
anteriores y la Batalla de Inglaterra resultaría ser el último momento de
gloria del Imperio británico.
Liderados por Winston Churchill, los británicos redescubrieron las virtudes
que habían convertido a un pueblo humilde en los dueños del mundo. El
ingenio, la inventiva y, sobre todo, el valor indomable permitieron a la
Royal Air Force enfrentarse a la Luftwaffe y contener a los alemanes.
En junio de 1940, en un discurso universalmente conocido como «Britain’s
finest hour», Churchill calificó la batalla como el «mejor momento» de Gran
Bretaña, y tenía razón. El Imperio británico no sobreviviría mucho tiempo
después de la Segunda Guerra Mundial, pero la Batalla de Inglaterra fue
su magnífico canto del cisne y las miles de vidas británicas perdidas
salvaron a Europa de la tiranía nazi.