Quién mejor que Sorolla (del que este año se cumple el centenario de su muerte) para ilustrar el tema de la infancia. Luz, inocencia, energía, vitalidad... Sólo los niños son capaces de expresar sus sentimientos con esa intensidad desmedida. Ojalá en la edad adulta supiéramos defender nuestros ideales como luchan ellos cada pequeña batalla, desde quedarse un rato más en el parque hasta arañar unos minutos antes de irse a la cama. Maravillosos y agotadores a partes iguales, todos sabemos que sin su presencia el mundo sería mucho más feo. En el número que tienes en tus manos, hemos querido prestarles un poco de atención. A los pequeños y a aquellos que no se sienten ni niños ni adultos: los adolescentes. Una etapa llena de incertidumbre, miedo y emociones desmedidas que no siempre saben gestionar adecuadamente. Un momento en el que se sienten perfectamente autosuficientes pero nunca antes han necesitado más a sus padres. La siempre admirada Julia Roberts, nuestra musa de portada, nos habla en la entrevista que le realizamos de las prisas que siempre parecen tener sus hijos adolescentes. "Me gustaría que mis hijos se sintieran orgullosos de tomarse tiempo para hacer las cosas, incluso las más pequeñas. Los detalles de la vida a veces se pierden en la presión del tiempo. Les animo a no preocuparse si no tienen todas las respuestas y, sobre todo, a no precipitarse". La novia de América (sí, siempre lo será, aunque tenga 90 años) afirma sin dudarlo que de quien se siente más orgullosa ahora es de sus hijos, cuando se sienta con ellos a la mesa y comparten su visión de la actualidad y del mundo. "Estoy feliz de haber creado un entorno familiar que nos permite tener esta relación de confianza y sinceridad". Hablemos con nuestros hijos, dediquémosles tiempo, no de calidad, tiempo a secas. Cada día, todos los días. Será la mejor decisión que hayamos podido tomar en cada jornada...Feliz lectura!

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