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¡Abúrrete! Serás más creativo | Muy Interesante Digital nº 497 octubre 2022

3,49 

Realmente el tema que llevamos en portada (¡Abúrrete! Serás más creativo) me pone de buen humor. Casi parece una loa confiada a que esa vida lastrada por la inercia que a veces llevamos en el siglo XXI puede echarnos un cable a la hora de tener buenas ideas, puede poner en funcionamiento ciertas zonas cerebrales que de otra forma estarían en la «cara oculta de la Luna». Tan solo un matiz: hay que diferenciar entre ser un sieso, un aburrido, o ser alguien que se aburre. Y ahí me vuelve a asaltar la sonrisa: imaginando en qué lado estoy o en qué lado me ven los demás. Pongamos un solo ejemplo: los psicólogos Sandi Mann y Rebekah Cadman, de la Universidad Central de Lancashire, en Reino Unido, pidieron a parte de los participantes en su estudio que copiasen los números de una guía telefónica antes de solicitarles que pensasen en todos los usos posibles que se le pueden dar a un vaso de plástico. Aquellos a quienes previamente se les dio esa tarea tediosa resultaron ser más creativos. El estado de aburrimiento nos estimula a explorar nuestra creatividad, porque el cerebro está indicando que la situación actual es deficiente y necesitas motivarte para avanzar. Vamos que el cerebro, cuando se aburre, salta como una liebre y hace que nos las ingeniemos de formas no acostumbradas para escapar de esa zona plana. Como siempre, este no es el único artículo de tu revista que te estimulará. ¿Qué me dirías si te dijera que el calor «derrite» a ciertos tipos de cánceres? ¿Y qué responderíamos a la legalización del cannabis terapéutico en España o a si tendremos para el 2030 un océano cuidado y sano, como reclama la ONU?

¡Abúrrete! Serás más creativo | Muy Interesante Digital nº 497 octubre 2022

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Realmente el tema que llevamos en portada (¡Abúrrete! Serás más creativo) me pone de buen humor. Casi parece una loa confiada a que esa vida lastrada por la inercia que a veces llevamos en el siglo XXI puede echarnos un cable a la hora de tener buenas ideas, puede poner en funcionamiento ciertas zonas cerebrales que de otra forma estarían en la «cara oculta de la Luna». Tan solo un matiz: hay que diferenciar entre ser un sieso, un aburrido, o ser alguien que se aburre. Y ahí me vuelve a asaltar la sonrisa: imaginando en qué lado estoy o en qué lado me ven los demás. Pongamos un solo ejemplo: los psicólogos Sandi Mann y Rebekah Cadman, de la Universidad Central de Lancashire, en Reino Unido, pidieron a parte de los participantes en su estudio que copiasen los números de una guía telefónica antes de solicitarles que pensasen en todos los usos posibles que se le pueden dar a un vaso de plástico. Aquellos a quienes previamente se les dio esa tarea tediosa resultaron ser más creativos. El estado de aburrimiento nos estimula a explorar nuestra creatividad, porque el cerebro está indicando que la situación actual es deficiente y necesitas motivarte para avanzar. Vamos que el cerebro, cuando se aburre, salta como una liebre y hace que nos las ingeniemos de formas no acostumbradas para escapar de esa zona plana. Como siempre, este no es el único artículo de tu revista que te estimulará. ¿Qué me dirías si te dijera que el calor «derrite» a ciertos tipos de cánceres? ¿Y qué responderíamos a la legalización del cannabis terapéutico en España o a si tendremos para el 2030 un océano cuidado y sano, como reclama la ONU?