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Fenómenos extraños | Muy Interesante Ed. Coleccionista nº 7

9,99 

Hay existencias

Loeb, catedrático de Astrofísica de la Universidad de Harvard, publicó a principios de año Extraterrestre, un libro en el que desarrolla la teoría de que Oumuamua, el primer objeto interestelar que nos visita y que fue detectado en octubre de 2017 por el telescopio Pan-STARRS de Hawái, es en realidad un vestigio tecnológico de una civilización alienígena. Su afirmación la sustenta básicamente en tres datos: su inusual geometría para tratarse de una roca, que recuerda a un enorme habano; su anormal luminosidad, pues es diez veces más brillante que el resto de los asteroides típicos del Sistema Solar; y su inesperada desviación en su trayectoria, que se puede corresponder a la que seguiría una vela solar impulsada por la radiación del Sol. Muchos científicos creen que Loeb se ha pasado de frenada y que solo se trata de una afirmación extraordinaria carente de, como diría Carl Sagan, pruebas extraordinarias; de hecho, hay astrónomos que aseguran que estamos ante una pieza de hielo de nitrógeno procedente de un mundo similar a Plutón. Sea lo que sea que es Oumuamua, los ufólogos han descorchado la botella de champán para celebrar la evidencia más científica de la existencia de extraterrestres. Fiesta a la que se ha sumado el orbe de las pseudociencias y lo paranormal, desde videntes y astrólogos hasta criptozoólogos. Como dice el periodista y colaborador de MUY Luis Alfonso Gámez, lo paranormal cotiza al alza. Pero ahí está la ciencia para poner pie en pared.

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Loeb, catedrático de Astrofísica de la Universidad de Harvard, publicó a principios de año Extraterrestre, un libro en el que desarrolla la teoría de que Oumuamua, el primer objeto interestelar que nos visita y que fue detectado en octubre de 2017 por el telescopio Pan-STARRS de Hawái, es en realidad un vestigio tecnológico de una civilización alienígena. Su afirmación la sustenta básicamente en tres datos: su inusual geometría para tratarse de una roca, que recuerda a un enorme habano; su anormal luminosidad, pues es diez veces más brillante que el resto de los asteroides típicos del Sistema Solar; y su inesperada desviación en su trayectoria, que se puede corresponder a la que seguiría una vela solar impulsada por la radiación del Sol. Muchos científicos creen que Loeb se ha pasado de frenada y que solo se trata de una afirmación extraordinaria carente de, como diría Carl Sagan, pruebas extraordinarias; de hecho, hay astrónomos que aseguran que estamos ante una pieza de hielo de nitrógeno procedente de un mundo similar a Plutón. Sea lo que sea que es Oumuamua, los ufólogos han descorchado la botella de champán para celebrar la evidencia más científica de la existencia de extraterrestres. Fiesta a la que se ha sumado el orbe de las pseudociencias y lo paranormal, desde videntes y astrólogos hasta criptozoólogos. Como dice el periodista y colaborador de MUY Luis Alfonso Gámez, lo paranormal cotiza al alza. Pero ahí está la ciencia para poner pie en pared.